EL Centro de Salud Mental
“Of All the Forms of Inequality, Injustice in Health is the Most Shocking and Inhumane.” Martin Luther King, Jr.
During the early 1970’s, the Fruitvale area of East Oakland, and all of the communities surrounding it, were socially and politically enriched with the formation of a number of nonprofit community-based service agencies - including Centro de Salud Mental (Mental Health Center). The programs that were created and run by these organizations were intended to uplift the wellbeing of the local community and served as examples for many other Chicano/a and Latino/a communities throughout California.
Centro de Salud Mental stemmed from the efforts of La Clinica de La Raza, which was one of the first nonprofit community health centers in Oakland. Together, they provided an accessible medical and mental health service model for the Fruitvale residents. It was clear that a civil rights-driven response to Dr. King’s call for action had sprouted in the Fruitvale.
All of these early efforts were driven by the “Si Se Puede” (Yes It Can Be Done) energy and creative powers of Chicano/a and Latino/a activists.
Community Mental Health/Counseling
Founded: 1972 and exists today as CASA del Sol
First Location: 1537 Fruitvale Avenue, Oakland
current Location: 1501 Fruitvale Avenue, Oakland
“De todas las formas de desigualdad, la injusticia en la salud es la más chocante e inhumana.” Martin Luther King, Jr.
A principios de la década de 1970, la zona de Fruitvale en East Oakland, y todas las comunidades que la rodeaban, se enriquecieron social y políticamente con la formación de una serie de agencias de servicios comunitarios sin fines de lucro, entre ellas el Centro de Salud Mental. Los programas creados y dirigidos por estas organizaciones tuvieron como objetivo mejorar el bienestar de la comunidad local y sirvieron de ejemplo para muchas otras comunidades chicanas y latinas de California.
El Centro de Salud Mental surgió de los esfuerzos de La Clínica de La Raza, que fue uno de los primeros centros de salud comunitarios sin fines de lucro de Oakland. Juntos, proporcionaron un modelo de servicios médicos y de salud mental accesible para los residentes de Fruitvale. Estaba claro que en Fruitvale había germinado una respuesta impulsada por los derechos civiles a la llamada a la acción del Dr. King.
Todos estos primeros esfuerzos se vieron impulsados por la energía y el poder creativo del «Sí se puede» de los activistas chicanos y latinos.